Chiriquí, 09 de marzo de 2021.

 

 

Esta carta hace un llamado al Estado  y a las organizaciones en general a evaluar la situación actual tras los efectos generados por la Pandemia Covid-19 en Panamá y en la provincia de Chiriquí, para  aunar esfuerzos  y propiciar el camino hacia la pronta recuperación económica en beneficio de todos los panameños.

 

Se cumple un año desde que fue anunciado de  manera oficial el primer caso de Covid-19 en Panamá; un hecho que conmocionó la República, conllevando de manera inmediata a la toma de decisiones por parte de las autoridades, entre ellas el confinamiento, que ha dejado serias afectaciones a la economía nacional y de las cuales Chiriquí no es la excepción.

En nuestra altiva provincia, el primer impacto se vio reflejado  tras la suspensión de la Feria Internacional de David, considerada como uno de los eventos más esperados del país; caracterizado por su significativa inyección económica, que en años anteriores osciló entre los 30 y 35 millones de dólares; permitiendo la generación de empleos con su movimiento logístico, turístico, artesanal, agroindustrial y de espectáculos, al movilizar  más de 300 mil visitantes nacionales y extranjeros.

Este golpe certero colocó en una situación difícil no solo al patronato,  sino también  a un sinnúmero de empresarios, que habían realizado significativas inversiones en mejoras, inventarios, movimiento de personal, entre otros  generando una presión importante a la economía chiricana. En este sentido hoteles, restaurantes, comercios y otros, sufrieron consecuencias importantes.

Paralelo  a la cuarentena, se da la caída abrupta del precio del petróleo, provocando otro golpe certero a los propietarios de estaciones de combustible, con la reducción del consumo, generando de un día para otro, la pérdida de miles de dólares del hidrocarburo que se encontraba almacenado.

En este contexto el sector agroalimentario respondió inmediatamente al notar un posible cierre del transporte marítimo. Cargando las secuelas por los fuertes desafíos que ha enfrentado desde hace varios años, limpió sus heridas y salió una vez más a encarar el escenario para alimentar a un país, que se enfrentaba a un escenario sin precedentes; no obstante un aliado estratégico para continuar la producción no fue tomado en consideración. Se trataba de los talleres de reparación,  con capacidad de ofrecer piezas en inventarios, para habilitar  los equipos que demandaban  mantenimiento y cambios de piezas para continuar el impulso del sector.

 Este hecho motivó otro de los tantos  pronunciamientos realizados por la Cámara de Comercio, Industrias, Agricultura y Turismo de Chiriquí, para que las autoridades evaluaran la situación y corrigieran las faltas, tal como se hizo en otros temas, previo y posterior a la declaratoria de emergencia.

Como gremio visionario y comprometido, al mirar la  necesidad de preparar a sus miembros y comunidad general; nuestra organización empresarial se  involucró fuertemente con el Ministerio de Salud en Chiriquí,  para preparar los protocolos de bioseguridad y adoptar las medidas correspondientes de acuerdo a la emergencia a medida que la pandemia ganaba terreno.

La realidad que hemos vivido, nos lleva a reflexionar y a emitir un nuevo llamado a las autoridades, para que  recapaciten sobre la necesidad urgente de realizar mejoras en el proceso de descentralización, para que las provincias puedan ejecutar medidas.

En vista de las afectaciones a la población y a la necesidad urgente de crear consciencia y llevar ayuda a  los más necesitados, se conformó días después el Movimiento Todo Chiriquí, donde la CAMCHI por su trayectoria y dinamismo,  fue llamada a liderar la coordinación, para mitigar el riesgo de contagio y apoyar en lo necesario el manejo de la Covid-19. En  conjunto con  gremios como la  APEDE, el Club Kiwanis, Soroptimista, SPIA, Cámara Junior, Rotarios, Club de Leones Valle de la Luna, entre otros, se elaboró de inmediato la estrategia, la cual posteriormente fue presentada y aceptada por el Ministerio de Salud, permitiendo ejecutar las acciones en apoyo a las familias  más vulnerables.

Días después se decide brindar apoyo  al proceso gubernamental, con las campañas de colectas realizadas en conjunto con otras 50 organizaciones sumadas ya al Movimiento,  para la donación de productos de protección personal que en ese momento eran escasos, como también así con la entrega de alimentos y kit de limpieza, para aquellas familias que no habían sido incluidas en los programas o que sencillamente no recibían ayuda.

El extenso confinamiento, provocó la afectación a muchos sectores e impidió que el conocimiento ganado en algunas áreas, permitiera la adaptación a la “nueva realidad”, sin afectar tanto los sectores económicos, que si caían iban a generar un grave problema social. En este sentido también se hicieron múltiples sugerencias para intentar a través de nuestras opiniones un menor impacto económico.

Recomendamos desde el inicio  que ante la situación de un país paralizado económicamente, las  planillas como gastos de representación y dietas fueran temporalmente suspendidas y que esos ahorros se trasladaran a los programas de ayuda, para beneficiar a miles de personas, que habían quedado de un día para otro sin nada evitando un descalabro social e intentando no endeudar al país, ante las consecuencias inminentes que acarrearía el futuro.

De forma paralela a la pandemia, a finales  del mes de octubre e inicios de noviembre, nos impactan los efectos indirectos de dos huracanes, conllevándonos a enfrentar un nuevo y desafiante escenario, del cual logramos salir adelante, gracias a la gestión impulsada a través del Movimiento Todo Chiriquí , apoyado   con la FEDECÁMARAS,  la comunidad China y hebrea, quienes  aportaron sus esfuerzos junto a un grupo de empresarios que inmediatamente se pusieron a disposición; y de esta manera logramos en conjunto con la Cámara de Comercio y Turismo de Tierras Altas enviar ayuda de alimentos, ropa y enseres, para suplir la necesidad de esa y otras áreas como Progreso, Río Sereno, Orillas del Río, Mostrenco, Chiriquí Viejo, sectores  de la Comarca Ngäbe  como Soloy, Boca de Remedio, entre otros,  con el respaldo  de la iglesia católica, pastores y voluntarios en general, que ofrecieron su invaluable ayuda en la labor logística, permitiendo impactar de manera positiva diversos  lugares, incluso antes que el Gobierno, ganando tiempo mientras se resolvían los demás problemas y demostrando el excelente trabajo y organización entre  la sociedad civil, en apoyo al Estado.

Podemos resumir que un año difícil se cumple hoy, motivando nuevos desafíos para continuar y levantar el país ante un escenario difícil, que empieza a sentir las consecuencias de ese prolongado encierro, que insistimos que se debió ejecutar de manera distinta, sin embargo ya no podemos volver atrás en el tiempo, y con estas lecciones aprendidas tenemos que apostar por volver a generar oportunidades; mientras que el Gobierno debe centrarse en poner sus cuentas por pagar al día, generar proyectos de mantenimiento en todos los ministerios e impulsar la infraestructura en temas portuarios.

Se debe prestar atención al sector eléctrico, mejorar la conectividad de comunicaciones que está deficiente, incentivar el sector agropecuario invirtiendo en las preparaciones para certificaciones de todos nuestros sectores alimentarios entre otras cosas, para permitir la generación de empresas, cambiando la estructura fiscal para permitir más desarrollo y formalización. De igual forma se debe incentivar aún más el comercio electrónico, para que  nuestro sector bancario pueda a través del cobro electrónico reforzar a los  emprendedores y se puedan realizar  transacciones de cobros internacionales. Es importante abrir el compás para los negocios con block chain; todo esto necesariamente va de la mano con una educación pertinente e inversión en investigación y desarrollo; elementos  clave para nuestra prosperidad.

Sin lugar a dudas son muchas las lecciones que nos ha dejado esta pandemia, y aún son varios los retos que tenemos por delante, porque la lucha no termina; pero estamos convencidos que mancomunando esfuerzos entre los diversos sectores y por parte del Estado  se nos preste atención,   podremos ver la luz al final del túnel, logrando la  prosperidad y  mejores días para nuestra amada Nación.

Les saludo con altas muestras de consideración y estima.

 

Atentamente,

 

Felipe Venicio Rodríguez

Presidente de la Cámara de Comercio de Chiriquí