Recientemente fuimos testigos del caos originado a raíz del apagón nacional, que generó afectaciones en Centroamérica, debido a un sistema obsoleto, que desde hace años, no recibe el  mantenimiento adecuado, provocando afectaciones no sólo en los  equipos electrodomésticos, sino también en nuestros propios negocios, donde las pérdidas son cada vez mayor.

Aunque para muchos el problema quizás fue pasajero, en Chiriquí la falta del suministro ha permanecido por un plazo  inédito; y hoy en día seguimos afrontando las consecuencias tras las múltiples fluctuaciones en algunos sectores y en otros que corren con menor suerte , con la ausencia total del servicio por largas horas, pese a que  nuestra provincia, es una de las mayores generadoras de energía del país,  al contar con  decenas de hidroeléctricas entre ellas El Embalse Fortuna ubicada en el distrito de Gualaca, la más grande del país, que  genera cerca de 300 megavatios, equivalentes al 18% de la demanda a nivel nacional, que oscila  en 1,652 megavatios.

No se justifica, que nos corresponda pagar una energía tan costosa, y no se pueda garantizar un servicio eficiente, sin interrupciones, al contar con una de las obras de ingeniería más complejas  (El Embalse Fortuna), que prácticamente  triplica la producción versus el  abastecimiento que demanda nuestra región, de 130 megavatios aproximadamente.

Estamos frente a un escenario de injusticia, con distorsiones absurdas del mercado, afectando la agroindustria, sector agropecuario (que ya está suficientemente golpeado), hasta las micro, pequeñas y medianas empresas, que para paliar el problema, se han visto en la obligación  de realizar grandes inversiones en plantas eléctricas; sin embargo quienes no cuentan con el recurso, simplemente tienen que lamentar las consecuencias, de un servicio ineficiente, que se factura mensualmente.

Exhortamos al Gobierno a evitar más afectaciones y espectáculos  como el ocurrido el pasado domingo, que afectó nuestra imagen a nivel internacional, en medio de un evento que mantiene a nuestro país en la mirada, por la Jornada Mundial de la Juventud.

Evitemos un colapso, una vez más elevamos nuestra voz, para que se realicen  los mantenimientos a tiempo, inviertan en lo que sea necesario para garantizar un buen servicio, apostemos por abrir el mercado energético, no puede estar tan cerrado. Reforcemos las energías renovables: biomasas, geotérmicas, eólica y solar.

No podemos seguir sometidos por ETESA y la Secretaría de Energía, que nos mantiene a todos contra la pared.

Recordemos que el sector energético también  es pieza clave para el desarrollo de un país.

Junta Directiva 2018-201